Hablábamos en anteriores entradas sobre la mejora y profesionalidad en el sector funerario y quisimos exponer la función social y profesional que realiza la práctica de la tanatoestética. Ahora vamos a pasar a otro sector fundamental en nuestra sociedad, el sector sociosanitario.
¿Crees que, además de los conocimientos en la materia, los trabajadores de este sector deben desarrolllar al máximo sus habilidades sociales?
Si la respuesta es sí, efectivamente, estás en lo cierto. Los profesionales de este sector trabajan mayoritariamente con usuarios que sufren algún tipo de discapacidad o dolencia. Por tanto, se trabaja con «material» sensible, se trabaja con personas, que además necesitan un trato especial.
El tema de las habilidades sociales es básico para cualquier profesional que trata con personas en situación de dependencia. En el siguiente extracto del libro Habilidades sociales en el ámbito sociosanitario se comenta la importancia de estas destrezas sociales y su aplicación en este sector:
«Las habilidades sociales son importantes en nuestras vidas. Raramente vamos a poder escapar de las relaciones sociales, ya sea en nuestro lugar de trabajo, de estudio, nuestros ratos de ocio o dentro de nuestra propia familia.
Una interacción habilidosa en el ámbito sociosanitario nos va a permitir realizar nuestro trabajo con mayor satisfacción y desarrollar nuestras tareas con mayor eficacia. De hecho, una baja competencia en las relaciones con los demás o los compañeros de trabajo puede llevar al fracaso o la frustración.
Es admirable encontrar, en el sector sanitario o social, un profesional amable, sensato y sonriente que atiende de forma convincente, persuasiva y nada indiferente a las opiniones o emociones de los demás. Sin embargo, los trabajadores que no muestran eficiencia y amabilidad, podrían deteriorar la imagen de estos profesionales».