La semana pasada se publicaba un informe titulado La soledad en España, una investigación realizada por Juan Díez Nicolás, premio Nacional de Sociología. En él, se revela que más de la mitad de la población ha experimentado soledad durante el último año y cerca de uno de cada diez, con mucha frecuencia.
En relación a las personas con discapacidad y a los mayores, el informe destaca las siguientes conclusiones:
- Las personas con discapacidad sienten la soledad con mayor intensidad que la población en general, el estudio muestra que son las personas con discapacidad psicosocial las que más sufrirían estos sentimientos. Las personas con algún tipo de discapacidad intelectual compondrían el segundo de los grupos con mayor nivel de soledad, en relación a la sociabilidad.
- Las personas con discapacidad valoran en mayor proporción que el resto de la población a las asociaciones o grupos en los que participan.
- Los españoles opinan que los grupos sociales más proclives a sufrir la soledad son los mayores, los que no tienen hogar, los pobres, los parados y los inmigrantes.
- Las personas con algún tipo de discapacidad sufren habitualmente un alto riesgo de padecer soledad, por lo que actualmente este fenómeno debería ser considerado como uno de los principales problemas para este segmento de población al que es necesario dar respuesta.
Teniendo en cuenta estos estudios, los profesionales de la ayuda a domicilio o de la atención a personas en situación de dependencia en general, han de ser conscientes de la importancia que tiene el acompañamiento y el conocimiento de los recursos en el entorno para fomentar las relaciones sociales.
Los recursos van a variar en función del entorno en el que se encuentre cada persona. Por ejemplo, podemos encontrar los siguientes:
- Asociaciones.
- Centros municipales de mayores.
- Centros culturales municipales.
- Termalismo social.
- Programa Social de Vacaciones.
- Otros servicios ofertados por las CCAA.