La inteligencia emocional es la habilidad para identificar y gestionar de manera adecuada las emociones. Vamos a ir analizando cada uno de sus componentes para desarrollar unas destrezas sociales muy necesarias en el ámbito profesional y personal. En la anterior entrada al blog, hablamos de la libertad de elección del ser humano, de la opción de controlar el flujo de emociones que nos llega como consecuencia de las distintas acciones y estímulos del día a día.
Dentro de la inteligencia emocional, podemos diferenciar la inteligencia intrapersonal y la inteligencia interpersonal.
La inteligencia intrapersonal tiene que ver con la relación que tenemos con nosotros mismos. Es clave para desenvolverse con éxito con los demás.
Abarca tres dimensiones:
- El autoconocimiento.
- La autorregulación.
- La automotivación.
¿Cuántas veces nos infravaloramos, de una manera poco ajustada a la realidad, mermando la autoestima y perjudicando nuestra capacidad de comunicarnos con nuestro entorno?
En próximas entregas nos dedicaremos a desentrañar qué es eso del autoconcepto y la importancia que tiene la autogestión emocional para ser dueños de nosotros mismos. Un viaje a nuestro interior para dar lo mejor ahí afuera.