La gestión de las emociones (I)

Desarrollar la inteligencia emocional es fundamental para los profesionales que atienden a personas en situación de dependencia. Se trata de identificar, gestionar y expresar de manera adecuada las emociones y de comprender los sentimientos de los demás.

Estas capacidades se pueden entrenar y van a favorecer las relaciones fluidas con los demás.

emoticons-35552_1280Hoy vamos a hablar de una teoría de la personalidad del filósofo José Antonio Marina. Él habla de:

  • Personalidad recibida. Se nace con ella. Está relacionada con la genética, las cartas de la baraja que nos reparten al nacer. Aquí estaría el temperamento.
  • Personalidad aprendida. El historial de hábitos afectivos y cognitivos de nuestra experiencia vital. Sería nuestro carácter.
  • Personalidad elegida. Es el proyecto de vida, la selección de valores propia, y que por tanto nos da la opción de enfrentarnos a nuestro carácter o sucumbir a él según la situación.

Ya decía el filósofo francés Sartre que el ser humano es un proyecto inacabado, que nace sin manual de instrucciones. La clave está en elegir, con responsabilidad. Ese es el fundamento de nuestra libertad.

Por tanto, ante un estímulo que suponga una emoción negativa (un desaire de un compañero de trabajo, una mala contestación de un usuario…), antes de dejarse llevar por un temperamento iracundo o un carácter agrio forjado por malas experiencias, debemos:

  • Identificar esa emoción que nos inunda.
  • Gestionarla de manera adecuada, es decir, controlar el impulso, pensar antes de actuar.
  • Ser asertivo.

No lo olvides. Cuando te asalte una emoción intensa, la vida va pasando en un hilo continuo en modo play . Dale al pause , piensa , canaliza, elige libremente, actúa con responsabilidad. Todo irá mejor, para ti, para los demás.

Hasta la próxima entrega.

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